La opinión: Trabajar de cara al público

Trabajar de cara al público no es nada fácil.

Tengo la sensación de que para mucha gente, vender es un trabajo que puede hacer todo el mundo, y no es así.

Mi padre, vendedor de toda la vida, siempre dice: “Un buen vendedor vive su trabajo, está hecho de otra pasta. Siempre en la brecha, con una sonrisa en la cara y una positividad infinita.”

Y con esto, siempre he estado totalmente de acuerdo con él.

Me llamo Eugenia, de formación soy auxiliar administrativa, pero ya hace 18 años que estoy trabajando de cara al público, básicamente toda mi vida laboral.

He vendido muebles, viviendas y actualmente vendo ropa infantil. Pienso que en el mundo de la venta es igual lo que vendas, la técnica siempre es la misma.

Basándome en mi experiencia y la formación comercial adquirida, la venta consta de dos partes fundamentales: la Parte Humana y la Parte Técnica.

La Parte Humana: Cuando un cliente entra en una tienda a comprar, necesita asesoramiento y seguridad antes de dar el paso. Aquí entra en juego el gran trabajo que tiene que hacer un / a vendedor / a.

El vendedor debe saber extraer la máxima información al cliente antes de poder asesorar sobre las necesidades, gustos y muchos otros factores que variarán según el sector comercial.

Para el vendedor, conseguir esta información muchas veces no es fácil. Hay muchos tipos de cliente y por tanto, hay que saber gestionar la situación.

La Parte Técnica: Tenemos que estar bien informados sobre el producto que vendemos y ser expertos. Conocer el stock diario con el que tenemos que trabajar para poder dirigir la venta, ofrecer el máximo de productos que pueden encajar con el cliente y mantenerlo bien informado. Para mí esta parte es la más fácil, es técnica.

Una vez conocemos bien al cliente y sabemos lo que necesita, la venta está casi asegurada.

Cuando el cliente nos compra, como vendedores lo que nos interesa es fidelizarlo y que se marche contento para que vuelva o, al menos, se acuerde de nuestra compra como una experiencia positiva.

El resultado y la satisfacción de un vendedor es que te den las gracias o que pregunten por ti cuando vuelvan a la tienda, es aquí cuando sabemos que hemos hecho un buen trabajo.

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